Cada año, los conductores se ven obligados a pagar el impuesto de circulación. Se trata de una tasa que acompaña a los vehículos a lo largo de su vida útil. Este impuesto ha vivido aumentos durante este año. A continuación, vamos a hablar de todo lo que hay que saber sobre el impuesto de circulación en la actualidad y los efectos de su aumento.
¿En qué consiste el impuesto de circulación?
El nombre oficial del impuesto de circulación es el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Este año, este impuesto está condicionado por la subida en el impuesto de matriculación, que fue aprobada en junio de 2021 y que entró en vigor en enero de 2022. De acuerdo con lo que se ha fundamentado en su momento, esta subida se debe a la aplicación de la normativa comunitaria de medición de consumo y emisiones basadas en el ciclo WLTP.
El impuesto de circulación es un impuesto directo que grava la titularidad de vehículos a motor que son aptos para circular por la vía pública, independientemente de su naturaleza. Se establece de forma obligatoria por parte de los ayuntamientos y los organismos competentes. Entre sus principales características, es importante mencionar que:
- Se paga en el municipio en el que el vehículo tiene su dirección fiscal.
- El costo puede variar en función del municipio y cada municipio puede establecer excepciones.
- Es necesario que coincida el municipio de la dirección fiscal del vehículo con el municipio de empadronamiento del titular.
¿Quiénes pagan el impuesto de circulación?
Una de las primeras dudas que suele aparecer cuando se habla del impuesto de circulación refiere a quién debe pagarlo. En resumidas cuentas, podemos decir que lo debe pagar el titular del vehículo, independientemente de que sea una persona física o jurídica. En caso de no saber cómo reconocer quién es el titular del coche, esto puede verse en el permiso de circulación.
Además, es importante tener en cuenta que, al comprar un coche de segunda mano, el vendedor tiene la obligación de aportar el recibo del pago del impuesto de circulación, pasando a pagarlo el nuevo propietario tras haber realizado la transferencia de propietario.
Pese a las confusiones que puede despertar la definición de este impuesto, cabe mencionar que los coches eléctricos también deben pagarlo. Sin embargo, tanto los coches eléctricos como los coches híbridos pueden acceder a descuentos en el impuesto dependiendo de cada ayuntamiento en particular.
Respecto de los vehículos que están exentos de pagar este impuesto, encontramos:
- Los de uso agrícola.
- Los de transporte público de pasajeros.
- Los históricos o de coleccionista.
- Los que poseen matrícula diplomática.
- Los adaptados para personas con movilidad reducida.
- Las ambulancias.
¿Cuál es la diferencia entre el impuesto de circulación y el impuesto de matriculación?
Otra de las dudas que aparece con más frecuencia en relación con este tema tiene que ver con las diferencias entre el impuesto de circulación y el impuesto de matriculación. Lo cierto es que son impuestos diferentes, por lo que la persona que es titular de un vehículo debe pagar los dos impuestos.
No obstante, lo que hay que tener en cuenta es que, mientras el impuesto de circulación se tiene que pagar todos los años hasta dar de baja el vehículo, el impuesto de matriculación se paga una sola vez, con la excepción de los casos en los que se solicita una nueva matrícula para el vehículo.
¿Cuánto vale el impuesto de circulación?
A la hora de conocer cuánto vale el impuesto de circulación, hay que tener en cuenta que esto depende particularmente de cada localidad, debido a que es cada ayuntamiento el que determina el precio de este impuesto. Al mismo tiempo, cada ayuntamiento puede definir los descuentos que otorga a los vehículos eléctricos, los híbridos y los enchufables.
En el mes de enero de este año, ha entrado en vigor una nueva normativa de homologación de medición de emisiones para vehículos nuevos, que fue aprobada en el año 2021. Esto trae consigo un aumento en el impuesto de matriculaciones y, por lo tanto, un aumento también en el impuesto de circulación. Uno de los datos a tener en cuenta tiene que ver con que esto llevará a un aumento en el precio de los coches nuevos. Se estima que este aumento podría estar entre los 200 y los 2.000 euros, dependiendo de cada modelo de coche y de la huella medioambiental que tenga cada modelo en sí mismo.
Teniendo en cuenta lo mencionado con anterioridad, se estima que cerca de 9 de cada 10 conductores van a verse afectados por las modificaciones en el impuesto de circulación.
En este contexto, una de las alternativas que aparece como más conveniente para quienes necesitan ahorrar dinero es el renting. El renting aparece no sólo como una posibilidad para ahorrar en el acceso a un vehículo nuevo, sino también como una oportunidad para ahorrar en el pago de impuestos, sin necesidad de renunciar por ello, a contar con una movilidad propia que pueda conducir a las necesidades de las personas en cada momento.
