De acuerdo con la DGT, la fatiga a la hora de conducir está vinculada al 30% de los accidentes de tráfico. En este sentido, la dirección sostiene que esta fatiga se da especialmente en los casos en que las personas conducen durante mucho tiempo sin realizar los descansos correspondientes o sin haber descansado adecuadamente antes de comenzar. Entendiendo esto, a continuación, vamos a contarte cómo combatir la fatiga al conducir para evitar los riesgos que pueden estar implicados en ello, tanto para uno mismo como para terceros.
¿Cómo se produce la fatiga?
Para poder combatir la fatiga al conducir, es necesario identificar cómo y por qué sucede. En este sentido, no sólo al conducir sino cada vez que se realiza una misma tarea durante mucho tiempo, llega un momento en el que el rendimiento general empieza a reducirse. Cuando se trata de conducir, sucede lo mismo. Esto puede empezar a llevar a que las capacidades mermen paulatinamente, teniendo una menor capacidad de reacción. De acuerdo a lo que sostiene la DGT, las causas de la fatiga al momento de conducir pueden estar ocasionadas tanto por cuestiones propias del conductor como así también del entorno, del estrés del tráfico, de las dificultades del trayecto, entre otras cosas. Pero, además, es muy común que suceda en los casos en los que el conductor mantiene un recorrido a lo largo de mucho tiempo sin parar a descansar o haciendo descansos que no son los adecuados para recuperarse completamente. Además, según explica la DGT, muchas veces las propias prisas por llegar, la velocidad elevada, entre otras cosas que aumentan el estrés, contribuyen a que la persona se sienta mucho más fatigada.
¿El vehículo influye en la fatiga?
La respuesta es sí. Sostiene la DGT que cuando se circula en un coche que no tiene la temperatura adecuada porque hace demasiado calor o demasiado frío o en los casos en los que el coche está mal ventilado, esto puede acabar repercutiendo considerablemente en el bienestar del conductor y generándole una mayor fatiga. Además, si el coche no tiene el mantenimiento adecuado y está teniendo problemas para funcionar de la forma adecuada, puede pasar que sea más difícil su conducción. Si bien esto puede no notarse tanto al principio, repercute en el cansancio del cuerpo.
Las claves para reconocer la fatiga a la hora de conducir
Una de las claves más importantes para poder combatir la fatiga al conducir tiene que ver con saber reconocer que se está en esta situación. Por eso, es muy importante prestar atención a los síntomas que van apareciendo mientras se conduce. En este sentido, los principales síntomas que pueden aparecer y que indican fatiga a la hora de conducir son los siguientes:
- Problemas de visión: cuando la fatiga empieza a ser elevada, es posible que la visión empiece a tornarse borrosa o que se produzca lo que se conoce como ilusiones ópticas. Llegar a este punto puede ser muy peligroso, por lo que es importante reconocer pasos anteriores, como puede ser la necesidad de los ojos de parpadear mucho más que de costumbre.
- Gestos lentos: si se empieza a ver que los gestos son más lentos o menos precisos o si notamos que el cuerpo nos pide cambiar de postura muy seguido, esto indica que estamos cansados.
- Pesadez: hay otras sensaciones del cuerpo a las que se debe prestar atención, como es la pesadez en las piernas y en los brazos, pero también el dolor de cabeza, de cuello, entre otras cosas.
En caso de detectar alguno de los síntomas mencionados con anterioridad, es muy importante buscar la forma de tomar un descanso adecuado antes de continuar. Especialmente si el recorrido es largo, se recomienda hacer una pausa en la que se pueda dormir para recuperarse.
Combatir la fatiga al conducir
Ahora que hemos visto los principales síntomas de la fatiga al conducir, queremos hablar de cómo combatirla para reducir las posibilidades de que aparezca y las implicancias que esta puede tener para la seguridad tanto de las personas que viajan en el coche como de las personas de otros vehículos y de los peatones. En este sentido, las claves para combatir la fatiga al conducir son las siguientes:
- Evitar los alimentos pesados: siempre que se vaya a conducir, es muy importante evitar el consumo de alimentos pesados que requieren de un esfuerzo adicional del organismo para poder digerirlos, llevando a un mayor cansancio o a una fatiga que aparece antes.
- Dormir bien: siempre que se pueda, es importante dormir muy bien la noche anterior a hacer un viaje largo. Pero, además, si el trayecto demora muchas horas, lo mejor puede ser cortarlo en dos días y dormir en el medio para poder recuperarse y mantenerse en buenas condiciones para una conducción segura.
- Hacer pausas: además de parar a dormir, puede ser necesario hacer pausas cada una cierta cantidad de horas, para poder tomar aire y descansar las piernas que pueden cansarse por estar en la misma posición durante mucho tiempo.
- Tomar líquido: finalmente, la adecuada ingesta de líquido es fundamental, ya que la fatiga está cercanamente relacionada con la deshidratación. Por eso, es importante beber al menos un vaso de agua cada dos horas, lo que puede garantizarse viajando con varias botellas de agua en el coche. En este caso, siempre es importante que sea el acompañante quien lleve las botellas y las abra en caso de que no se esté frenando el coche para beber.
Desde Gomotor, esperamos que te hayan servido nuestros consejos para evitar la fatiga al conducir largos recorridos.
