A medida que va pasando el tiempo y los vehículos van adquiriendo cierta antigüedad, puede empezar a pasar que les cueste un poco más que al principio arrancar en frío.
Este problema aumenta durante el invierno. Generalmente, cuando esto pasa, tiende a generar una gran preocupación en el usuario. Por eso, a continuación, vamos a contarte cuáles son las principales causas de por qué a tu coche le cuesta arrancar y qué soluciones puedes encontrar para ello.
A mi coche le cuesta arrancar: principales motivos
Como hemos visto anteriormente, las causas que pueden llevar a que a un coche le cueste arrancar son muy variadas. Ante la más mínima duda, se recomienda acudir a un profesional técnico para que pueda hacer una revisión, especialmente si el problema persiste o si se da en múltiples ocasiones, a fin de prevenir daños mayores o accidentes.
Las principales causas de por qué a tu coche le cuesta arrancar pueden ser:
La batería
Muchas de las veces en que a un coche le cuesta arrancar, tiene que ver con que la batería no está funcionando adecuadamente. Hay que tener en cuenta que la batería es justamente la que se encarga de suministrar electricidad al motor de arranque. Por eso, si la batería no está en buenas condiciones, puede tener dificultades para hacerlo de la forma correcta.
Algo que debemos considerar es que, generalmente, las baterías de los vehículos tienen una duración media de cuatro años, aunque esto siempre dependerá del uso que se dé al vehículo. A veces, que al coche le cueste arrancar puede ser una señal de que la batería empieza a dar por terminada su vida útil.
Es importante comprobar si esta llega a tener una tensión de al menos 12,2 voltios, que es lo mínimo que se necesita para poder arrancar con normalidad. Por debajo de este número, el vehículo puede tener problemas para lograrlo.
El alternador
Un segundo problema que puede llevar a que el coche no arranque tiene que ver con averías en el alternador. Este es el que se encarga particularmente de transformar la energía mecánica en eléctrica, para que esta pueda almacenarse en el interior de la batería.
Por eso, si se analiza la batería y se observa que está en buen estado pero que tiene problemas para cargarse, es posible que se trate de que el alternador no está realizando bien su trabajo. Además, puede suceder que la correa del alternador esté dañada, lo que acabaría impidiendo que este opere correctamente.
Es importante acudir a un técnico para evaluar si es necesario cambiar todo el alternador (que se suele cambiar cada 300.000 kilómetros) o si solamente hay que cambiar su correa.
El motor de arranque
Si al coche le cuesta arrancar y no se trata de ninguno de los aspectos anteriormente mencionados, el problema puede estar en el motor de arranque.
Una de las señales que suele indicar que el problema viene del motor de arranque, es si se escucha una especie de chasquido cuando se gira la llave, pero el coche no arranca. Si eso pasa, pero las luces, por ejemplo, funcionan correctamente, puede deberse a que el motor de arranque se ha roto.
Qué es lo que se ha roto o desgastado del motor de arranque es algo que debe verificar un técnico. No obstante, es frecuente que la corona se desgaste, haciendo que no se logre su acoplamiento con el volante motor. También se puede deber a fallos en las escobillas del motor, que tienden a ser lo primero en dañarse.
La correa de distribución
Si el daño ha tenido lugar en la correa de distribución, esto es un gran problema para el vehículo. Esto se debe a que, en este caso, no se tiene que cambiar solamente la correa, sino que es probable que se deba cambiar el motor en su totalidad. Suele ser un indicativo de que el motor ha sufrido muchos daños.
Pese a que los problemas para arrancar el coche no indican necesariamente que esto es lo que ha sucedido, puede ser una de sus causas.
Las bujías
Finalmente, otra de las causas que puede llevar a que al coche le cueste arrancar tiene que ver con problemas en las bujías. Las bujías son las que se encargan de generar la chispa que enciende la mezcla de combustible y aire en la cámara de combustión, mientras que los calentadores calientan el aire en la cámara para lograr la autoignición.
Especialmente en los meses de invierno, puede suceder que el testigo de los calentadores se apague o que se requiera realizar la operación de encendido más de una vez para poder arrancar. Esto puede ser una señal de que hay fallos en los calentadores. También se puede llegar a esa sospecha si se observa humo por el tubo de escape, tanto blanco como gris.
Esperamos que esta información te haya sido de utilidad si tienes el problema de que a tu coche le cuesta arrancar. Revisa los aspectos mencionados con anterioridad y acude a un técnico para verificar y resolver el problema.
Si buscas más información como esta o quieres saber cómo cuidar tu coche en invierno, puedes acceder a nuestro blog y encontrar todo tipo de contenidos al respecto.