Cuando se habla de los cuidados que se deben mantener en la conducción, se suele hacer referencia particularmente a la nieve y a la lluvia. Sin embargo, la niebla también representa un riesgo debido a que repercute directamente en la visibilidad que se puede tener en la carretera.
Por eso, a continuación, vamos a contarte algunos consejos a tener en cuenta para conducir con niebla y hacerlo de forma segura, sin ponerte en riesgo ni poner en riesgo a los demás.
Incrementar la distancia de seguridad
La distancia de seguridad es algo que se debe mantener en todos los casos, siempre que se circula con un vehículo. No obstante, cuando se circula con niebla, es importante incrementar la distancia de seguridad que se tomaría normalmente respecto del coche que va delante.
Hay que tener en cuenta que no respetar esta distancia aumenta sustancialmente los riesgos de colisión. Cuando se está conduciendo con niebla, además, donde no se tiene la misma visibilidad que en los días despejados, tener poca distancia puede implicar accidentes como consecuencia de no poder identificar lo que sucede delante.
Realizar frenadas intermitentes
La frenada intermitente no solo es una forma de ir controlando la velocidad en los suelos mojados, helados o con hielo negro, sino que, además, en los días de niebla es una manera de mantener la distancia de seguridad y de lanzar señales luminosas a los vehículos que estén circulando por detrás.
De esa forma, si la visibilidad es poca, se puede estar mostrando la posición a través de las luces de la frenada, a fin de que los otros coches también puedan aumentar su distancia.
Usar bien las luces
Algo que se hace con frecuencia cuando hay niebla pero que representa un error es recurrir siempre a las luces largas. Sin embargo, esto representa el efecto contrario al buscado, reduciendo la visibilidad y generando una molestia en el resto de los conductores. Por eso, cuando se va a conducir con niebla, siempre es importante acudir a las luces de cruce y posición.
Por otra parte, es importante aclarar que las luces antiniebla se deben utilizar discrecionalmente. Esto quiere decir que las traseras no son opcionales, mientras que las delanteras sí. Además, se deben usar ambas obligatoriamente en los casos en los que la niebla es muy densa, debido a que es lo que va a permitir que el resto de los coches nos vean circulando. También se deben apagar en atascos o cuando la densidad de la niebla es menor, debido a que son los casos en los que esas luces solamente deslumbran al resto de los conductores.
Bajar la velocidad
Otro de los errores que se suele cometer cuando una persona se encuentra repentinamente en un contexto de niebla es querer aumentar la velocidad para salir lo antes posible de ese lugar. Sin embargo, esto solamente aumenta el peligro al circular.
Lo que se debe hacer en caso de niebla es reducir la velocidad, en todos los casos. Esto se debe a que la visión se reduce, por lo que una alta velocidad puede reducir también la capacidad de reacción en caso de que aparezca otro coche, un peatón u otro obstáculo. Mientras menor sea la visión, menor debe ser también la velocidad, siempre respetando las velocidades mínimas.
Evitar frenar en el arcén
Si se tiene temor a conducir con niebla, muchas personas lo que hacen es detenerse en el arcén y esperar a que la situación mejore. No obstante, lo cierto es que esto puede acabar representando una distracción y un obstáculo para los demás conductores. Por eso, si se desea detenerse y esperar a que la niebla se disipe, lo mejor es esperar a llegar a una gasolinera u otro espacio seguro donde se pueda aparcar con normalidad.
Eliminar el vaho
Considerando que la niebla es un impedimento para la buena visibilidad, es importante evitar que puedan sumarse otros. Por eso, los limpiaparabrisas deben actuar de forma intermitente. Además, la luna debe ir siempre despejada por dentro del coche. Una forma de lograrlo puede ser abriendo las ventanillas del coche por unos segundos y volviéndolas a cerrar o poniendo los antivaho.
Quedarse en el mismo carril
Al encontrarse con la necesidad de conducir con niebla, algo que se recomienda es quedarse en el mismo carril, evitando al máximo posible alterar la marcha. Mientras menos sean los cambios, menores serán también las posibilidades de convertirse en un obstáculo para otros vehículos. Por eso, lo ideal es mantenerse en un carril fijo sin hacer maniobras y tratando de ir en línea recta la mayor cantidad de tiempo posible.
Prestar atención a los animales
Cuando se da una situación de niebla, los animales que están con frecuencia en las calles o en los alrededores de las rutas o carreteras también pueden despistarse, al igual que las personas. Esto puede llevarlos a cruzar de forma intempestiva, a la vez que tienen también su visibilidad reducida para ver a los vehículos pasar.
Por eso, además de reducir la velocidad, es importante prestar atención a los animales que pueda haber alrededor, a fin de evitar encuentros involuntarios que pongan en situación de peligro. Además, las frenadas intermitentes y la velocidad más baja ayudarán a evitar que se deban hacer frenadas repentinas en caso de encuentro, las cuales también son un riesgo con los demás vehículos.
Esperamos que esta información haya sido de utilidad en caso de que debas conducir con niebla. Si quieres más tips de manejo en situaciones menos óptimas, te recomendamos ingresar en el blog de Gomotor donde podrás encontrar todo tipo de consejos al respecto.