Con el paso del tiempo, las ventas de coches de segunda mano no han parado de crecer. Se estima que, a lo largo del primer semestre del 2021, estas ventas aumentaron un 42%. Veremos qué es lo que se debe tener en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano para tener éxito en el proceso.
¿Cómo comprar un coche de segunda mano?
Comprar un coche de segunda mano puede ser una gran alternativa para muchas personas. No solamente los precios son más bajos, sino que es posible acceder a coches en excelente estado y de una categoría mayor a la que se podría en caso de querer comprar un coche nuevo. No obstante, hay ciertos consejos para tener en cuenta a la hora de adquirir este tipo de vehículo.
Tener claro qué coche se necesita
Muchas veces, se busca resolver la cuestión en poco tiempo, dejándose llevar por las primeras impresiones. Pero esto puede llevar a equivocaciones. Por eso, lo más importante es saber, previamente, qué tipo de coche es el que se necesita. Esto tanto en términos de tamaño como de estilo, de motorización, entre otras cosas. Es importante pensar el uso que se le va a dar al vehículo y qué coches son mejores para cada caso en particular.
Pedir el informe de titularidad
El informe de titularidad es un documento que indica cuál es la situación administrativa del coche. Esto incluye conocer si cuenta con algún embargo o precinto, como así también el número de propietarios anteriores y si está al día de la ITV. Con este informe será posible evitar cualquier tipo de sorpresa.
Hacer una revisión con mecánico
A la hora de comprar un coche de segunda mano es común y recomendable pedir una revisión del vehículo por parte de un mecánico. Los vendedores tienen que permitir que esta se lleve a cabo. Al hacerla, se debe revisar el coche tanto a nivel mecánico como en lo que respecta al chasis. De esa manera, se podrá observar que el coche no cuente con daños y que su funcionamiento pueda ser el adecuado.
Evaluar las garantías
Finalmente, si se adquiere un coche que cuente todavía con garantía de fábrica, esta puede ser de dos a siete años de acuerdo con cada marca. La garantía no se pierde si el vehículo cambia de propietario. Además, en caso de haber comprado el coche a un concesionario o a una compraventa, el coche va a estar cubierto durante los meses que le queden de garantía del fabricante.
En caso de adquirir un coche de segunda mano al que no le queda garantía de fábrica, si se ha comprado en concesionario, este debe dar un año de garantía. Es importante leer bien el contrato para poder saber qué es lo que la garantía cubre y a quién se debe reclamar en cada caso. Si el coche se compró a un particular, éste no tiene la obligación de dar garantía, pero sí de vender el vehículo sin defectos ocultos.
¿Qué se debe mirar en un coche de segunda mano?
Ahora, vamos a hablar de lo que se debe observar a la hora de comprar un coche de segunda mano. Es decir, a qué aspectos es importante prestar atención para tomar la decisión.
La mecánica
Uno de los aspectos más importantes a evaluar en un coche de segunda mano es la mecánica. Es el aspecto que más cambia la diferencia a la hora de comprar un coche fiable y que no genere disgustos. No obstante, el estado real de la mecánica es algo más difícil de determinar que otros aspectos. Los concesionarios suelen ofrecer diversas garantías en este aspecto. Pero, además, es importante hacer esfuerzos con un especialista para poder conocer los posibles puntos débiles del coche.
La carrocería
En segundo lugar, debemos observar la carrocería. Esta puede ser un indicio de cómo ha sido la conservación por parte del dueño anterior. En pocos términos, nos suele dar lo que constituye la primera impresión. Algunos aspectos que se deben buscar a la hora de observar la carrocería son: las abolladuras, las manchas de óxido, los arañazos, las diferencias en el tono de pintura, el mal ajuste entre los paneles, las juntas de gomas de puertas y ventanillas que funcionen mal, los encajes inadecuados de puertas o capó, las grietas de cristales, entre otras cosas.
Algunos defectos en este sentido pueden influir en el estado general del vehículo y, por tanto, también en su valor. Por ejemplo, si se observan partes oxidadas, lo que se puede pensar es que el coche ha estado expuesto a condiciones inadecuadas, pudiendo indicar un deterioro mayor incluso en lo que no se ve a simple vista.
El motor
El motor suele ser la fuente de la mayor parte de los problemas de un coche. Esto se debe a que es el que se encarga del funcionamiento del vehículo. Diversas son las cosas que se deben evaluar en el motor. Una de ellas tiene que ver con la falta de fugas de líquido. Además, se debe supervisar el estado de las correas, recordando que la correa de distribución se debe reemplazar cada 100.000 kilómetros, por lo que es importante conocer el kilometraje del coche. También es importante conocer los niveles de los depósitos de líquidos, comprobando el estado del aceite del motor, la calidad del líquido refrigerante, cómo está el líquido de transmisión, entre otras cosas.
El chasis
Por último, cuando se trata de revisar el chasis se puede empezar abriendo el capó y comprobando el estado de los soportes en el paragolpes. También es importante ver que no estén con daños las cabezas de los tornillos del interior, puesto que esto podría indicar desperfectos. Se deben comprobar las soldaduras del interior de las puertas y la pintura, para evaluar si el coche ha sufrido daños o si se encuentra en buen estado. Estas revisiones son las que van a permitir hacer la compra con la seguridad de que el coche se mantendrá en buen estado y que no implicará muchos gastos extra.